Son muchos los deportes con los que se consiguen importantes beneficios, siendo un claro ejemplo el spinning. Otra clara muestra de ello es la natación. De hecho, habitualmente los médicos recomiendan esta disciplina a sus pacientes, sea cual sea la dolencia por la que estén afectados.
Ello no es de extrañar teniendo en cuenta la amplia lista de beneficios con los que premia a los deportistas que lo practican una o dos veces por semana. Eso sí, siguiendo el ejemplo de la práctica totalidad de deportes, la natación no está libre de contraindicaciones, las cuales debes conocer.
Beneficios de la natación
En primer lugar han de ser mencionadas las articulaciones, las cuales sufren realmente poco al no acusar desgaste. Ello es fruto de tratarse de un deporte de muy bajo impacto gracias a la densidad del agua. A diferencia de otros deportes como el CrossFit, en el que las lesiones son habituales, todo lo contrario sucede con aquellas personas que nadan en la piscina o en el mar.
Al irlas ejercitando con regularidad lograrás que las diversas articulaciones que son utilizadas para nadar se mantengan en muy buen estado por mucho que pasen los años.
Por supuesto, las articulaciones no son los únicos elementos de tu organismo que se benefician enormemente de la práctica habitual de la natación. Otras de las partes que más lo hacen son los músculos, los cuales pasan a tener una elasticidad mucho mayor.
Gracias a ello tu cuerpo pasará a ser más flexible, con todas las ventajas que conlleva. El rango de los movimientos irá ampliándose hasta pasar a ser considerablemente extenso, siendo una gran ventaja tanto en la natación como en el resto de deportes y en tu día a día en general.
Por otra parte, es destacable la gran mejoría de aquellos deportistas que tienen una mala circulación de la sangre. Por supuesto, en caso de que el retorno venoso ya de por sí sea bueno, es mejorado más si cabe, beneficiando así a las personas de avanzada y mediana edad, jóvenes y, en definitiva, cualquier aficionado a la natación.
Ello es fruto de la activación sanguínea que se produce en el medio acuático, situación que viene dada tanto por la densidad del líquido elemento -realizando una especie de masaje en el tronco inferior que estimula la circulación sanguínea- como por la vasodilatación que se produce al entrar en contacto con un agua que tiene una menor temperatura respecto al cuerpo.
La mejoría de la circulación de la sangre también viene dada por la reducción del colesterol malo que tan nocivo es para la salud. Por suerte, practicando natación con la suficiente regularidad recuperarás los niveles óptimos de este marcador que tanta importancia tiene en las analíticas de sangre.
A su vez, es destacable lo mucho que se puede llegar a adelgazar practicando la natación, especialmente en el caso de hacerlo dos o tres veces semanalmente. Y no es para menos, puesto que estamos ante una de las disciplinas deportivas con las que se queman más calorías.
Las cifras de kilocalorías gastadas varían en función del estilo practicado. Por ejemplo, con el crol rondarás las setecientas por cada hora de ejercicio físico si vas a un ritmo considerable. Nadando de espalda quemarás bastantes menos -aproximadamente 450-, aunque combinando diversos estilos puedes perder fácilmente cuatro o cinco kilos en un par de meses sin privarte de nada en la dieta.
Uno de los motivos por los que hay tantos nadadores guarda relación con los beneficios que obtienen en su vida diaria. Así lo demuestra el aumento de la resistencia que ya de por sí se produce con todos los deportes, pero en este caso es más notorio si cabe.
La gran mayoría de beneficios que estamos describiendo se empiezan a notar en muy poco tiempo, pero en este caso se necesitan algunas semanas más. Nos referimos al aumento de la capacidad que tienen tus pulmones de oxigenar el organismo.
Si no sueles practicar deporte notarás la falta de aire tras empezar a nadar, acabando exhausto sin poder completar la sesión que te habías planteado al principio. Pero si vas nadando un par de veces a la semana, la situación cambiará drásticamente hasta que puedas aguantar bastante rato sin respirar gracias al mayor volumen que pasarán a tener los pulmones.
Conviene destacar el hecho de que la ventaja relacionada con los pulmones también acaba derivando en otro beneficio muy a tener en cuenta: la memorización mejora gracias a que el cerebro pasa a estar bastante más oxigenado.
Continuando con lo referente al tema pulmonar, no puede pasarse por alto lo mucho que mejoran las personas afectadas por el asma. Exactamente lo mismo sucede con otras afecciones respiratorias.
Por si todo lo comentado fuera poco, hay que sumar los beneficios que obtiene tu mente, empezando por la liberación de serotonina que te hará sentir más feliz. El sentimiento de tristeza, en caso de que lo tengas, pasará a ser historia junto al estrés y la ansiedad.
Adicionalmente es destacable la enorme mejoría que experimentan las personas que tienen una baja autoestima. Y es que dos aspectos ayudan a que esto suceda: pasar a tener un cuerpo más tonificado y atlético, amén de darse cuenta de cómo en cuestión de pocos meses se nadan más metros a una mayor velocidad.
Contraindicaciones de la natación
La natación no es el único deporte que, a pesar de tener innumerables beneficios, no es apto para todas las personas. Hay contraindicaciones que debes valorar y, en caso de que tengas alguna duda, consúltale a un profesional de la salud que determinará si puedes practicar o no esta disciplina.
Por ejemplo, si tienes una inflamación en los oídos, la nariz o la faringe, no conviene ni siquiera meterse en el agua, ya que contactar con ella podría empeorar tu estado que suele venir dado por una infección.
Exactamente la misma precaución hay que tener si sufres alguna afección dérmica, por ejemplo un sarpullido. En este caso tal vez el agua no te perjudique, pero debería explorarte un dermatólogo para asegurarse de ello.
Otra contraindicación, quizá una de las más importantes, hace referencia a cualquier enfermedad con la que se pueda perder la conciencia temporalmente, siendo algo habitual por parte de los epilépticos. Si alguien no supervisa todo el rato a la persona en cuestión, no podrá practicar la natación.
Por otra parte, aunque nadar beneficia mucho a los asmáticos, debe evitarse por completo la práctica de este deporte si se produce una crisis de dicha enfermedad o de otra que también podría empeorar a los aficionados a la natación: la bronquitis.
Finalmente ten en cuenta que, si bien es cierto que nadar va muy bien para los dolores de las articulaciones e incluso de la espalda, hay una contraindicación para un estilo en concreto: el crol. No has de llevarlo a cabo si sufres lumbalgia, ya que empeoraría este dolor localizado.
Si no padeces ninguna de estas enfermedades o condiciones, estás de enhorabuena, ya que puedes practicar sin problemas uno de los deportes más beneficiosos que existen. Pero ello no significa que nunca vayas a tener ningún tipo de adversidad o lesión. Para reducir al máximo las probabilidades de lesionarte acuérdate de hacer estiramientos antes de dar comienzo a la actividad física en el agua.